Actitud Mental para el Alto Rendimiento

El mundo en el que vivimos raramente promueve el Alto Rendimiento sino todo lo contrario: una actividad laboral sobrecargada, una vida familiar muy demandante, “falta de tiempo” para cuidarnos …

Un cerebro sin la óptima nutrición, oxígeno, hidratación y con la secreción recurrente de ciertas hormonas como respuesta al estrés, sencillamente no rinde… Esto se manifiesta en forma de fatiga, olvidos, despistes, bajo foco y atención, dificultad de concentración, y lo que es peor, perdida de capacidad progresiva.

Algunos indicadores que hemos observado:

La falta de sueño ..

.. el bajón de la tarde será exagerado. Cuando esto ocurre el cerebro busca rápidas fuentes de energía, azúcar.

Demasiado estrés ..

.. la glándula adrenal luchará para mantenerte enérgico durante todo el día. Bajo alto estrés, los niveles elevados de cortisol le dicen al cerebro que ingiera comidas altas en azúcar, sal y grasa, para recuperar energía.

Si se come demasiadas calorías de azúcares, baja cantidad de proteína o incluso poca grasa …

.. hará que los niveles de azúcar en sangre caigan por la tarde, bajando el nivel de energía y comprometiendo el nivel de concentración y productividad.

Si no se hace ejercicio regular..

.. no hay estimulación neurológica, por lo que el cerebro no obtiene la estimulación y el oxígeno que necesita para rendir óptimamente

Si adicionalmente el peso aumenta ..

.. se va hacia la diabetes, hipertensión arterial (riesgo coronario), aumento de colesterol, cáncer,..

Y anímicamente ..

… se puede llegar a la apatía, frustración y depresión por la fatiga recurrente, el aumento de peso y la sensación de pérdida de control.

Con el proyecto  ZAR – VIGOR MENTAL vamos mas allá del cuidado fisiológico (fundamental) y trabajamos en desarrollar una Actitud Mental hacia el Alto Rendimiento. El primer paso es facilitar la adquisición de una conciencia plena de todo lo que interfiere en nuestro alto rendimiento y de cómo reaccionamos cuando no conseguimos el máximo nivel de ejecución. Adquiriendo la capacidad de controlar nuestra forma de pensar y desarrollando auto-diálogos, mejoramos el nivel de energía, claridad y creatividad, y fomentamos la autorregulación del estado anímico para predisponernos a un correcto aprendizaje de las técnicas de estimulación cognitiva que mejoran el rendimiento neuronal.

El primer paso hacia el alto rendimiento cognitivo es la habilidad de revisar en detalle nuestro comportamiento actual desde todos sus ángulos. Esto nos proporciona una poderosa posición de salida para trabajar hacia nuestro máximo potencial en la capacidad de concentración, la facilidad de aprendizaje y el aumento de la memoria.

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