Cuando me hablaron de que sentirme mejor con tanta responsabilidad, que podía comer mejor en el trabajo con tantas comidas con clientes, aprender técnicas para reducir el estrés y sobre todo no cansarme tras tanto viaje transcontinental, no podía ocultar mi gran dosis de escepticismo.

Pero la verdad es que el efecto se notó rápido pues poco tiempo supe cómo incorporar en mi rutina diaria, estando de viaje o no, pequeñas tácticas que me hacían estar cada día mejor.

He abierto la mente gracias a Susana, pues su gran experiencia corporativa y también tratando a tantas personas me hicieron ver la validez de sus conocimientos y experiencia. Ella ha sabido guiarme y ponerme en el “carril” adecuado para ir a la velocidad que exige mi trabajo pero a la vez no perder la atención a mi cuidado.

Lo del cuidado quiero señalarlo, pues no se trata de dedicar horas a mi, sino de tener automatizados en mi mente una serie de rutinas o rituales que mantienen mi alto rendimiento exigido y no me desgaste ni descuido el cuerpo (sobrepeso, mal estado de forma, etc).

A priori uno piensa que este tipo de programas son poco incisivos en la realidad personal, pero con Susana ha sido un viaje extraordinario que me ha procurado una serie de etapas en las que cada vez me he sentido extraordinariamente mejor sea de energía mental, física y hasta de humor.

Un placer haber trabajado contigo, Susana y por haberme dado esas pautas que meses después mantengo para seguir disfrutando de mi nuevo estado.