Quien podría llegar a imaginar que a los 46 estuviera mejor que a los 36, ¡qué digo! Que a los 26!

Y eso que yo creía que me cuidaba bien pero sentía que faltaba algo más pues sentía mermas de energía física y mental.

Y una vez me pongo en manos de Susana, ¡Zas!

Se produce un cambio en mi cuerpo, mi energía, mi estado de ánimo…. Vamos, que hay que hacerlo para creerlo. Y ha sido tan fácil!

Simplemente dejarme llevar por sus instrucciones y poner en orden mi sistema de nutrición. Sólo sentido común (pero saber cuál y cómo) y ¡hacerle caso!

En algún momento me quedé algo bloqueada en mi proceso. Pero ella ayuda a ser persistente aunque yo lo soy. Aún así, a veces necesitaba ese apoyo sólido que me impulsaba de nuevo a seguir.

En el proceso aprendí reforcé nuevos hábitos mentales, físicos y de alimentación y aprendí nuevos. Y efectivamente, al cabo de poco mi cuerpo volvió a reaccionar y ahora puedo disfrutar, además de un cuerpo que nunca había tenido, de una estado energético constante que, para que nos vamos a engañar!, a estas edades es necesario.

Afortunadamente el beneficio no sólo es para mí sino para toda mi familia. Mi marido y mis 4 hijos varones (y adolescentes!) también están encantados de comer igual que yo.

Apnea Obstructiva Sueño y Sobrepeso.

Me diagnosticaron una apnea severa y el otorrino me indicó que la forma más efectiva de solucionarlo era perdiendo peso.

El programa con Susana me resultó novedoso y pronto hizo efecto, pero lo importante era mantenerlo.

Ha pasado el tiempo, he repetido la prueba y no solo mantengo la pérdida de grasa temporal sino que la apnea está reducida a límites normales.
Es magnífico, además de haber aprendido a comer mucho mejor.

Distinguir los distintos tipos de alimentos, proteínas hidratos de carbono y grasas, que estaba harto de escuchar pero no lo tenía interiorizado, me sirvió claramente para fijar nuevos hábitos alimenticios y de estilo de vida. Me olvidé del pan ( fuera del desayuno), del arroz, la patata, la pasta, la grasa y los dulces, pero en general no pasaba hambre, y lo soporté bastante bien ya que no era un régimen riguroso. El objetivo era prudente, perder 5 o 6 kilos y lo conseguí en un plazo de 3 meses.

Además aprendí a pensar diferente en relación a mi cuidado y creo que esa fue la clave de todo.

Me preocupaba que más que conseguir ese objetivo, cómo mantenerlo en el tiempo. Y sobre todo después de la prueba del verano en la que se hace más ejercicio, pero también se come más.

Han pasado ya tres meses, continúo manteniendo el peso comiendo con moderación, intentando realizar ejercicio a diario y manteniendo los hábitos adquiridos en cuanto a ingesta de alimentos e hidratación. Sintiéndome además, estupendamente.

Para finalizar he de decir que la experiencia en mi caso ha sido muy positiva ya que volví a repetir la prueba de sueño y la apnea se redujo considerablemente a límites normales, pero con la indicación eso sí que no puedo aumentar peso. Se trata de dar prioridad a la alimentación y ser mucho más selectivo, y saber cuándo te pasas los mecanismos a aplicar para reconducir la situación.