Comer lo suficiente para no adelgazar

Hace años me sentí atraída por las estrategias conductuales para preservar la longevidad, razón por la que me asocié a SEMAL, Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, a la que pertenecen profesionales expertos en la materia. Dentro de este ámbito, el  cuidado del paciente implica un formato de vida diferente que conlleva revisar los hábitos, ponerlos al día en lo que a promoción de salud se refiere, e instaurar conductas eficaces para tal fin. El apoyo psicológico en estos procesos es importante por que facilita el cambio hacia un estilo de vida nuevo, fomentando la instauración del repertorio conductual necesario para perseverar en el auto cuidado a través de mejores formas de comer, dormir, moverse, desactivar el estrés, etc., piezas clave del nuevo sistema de vida.

De todas ellas, siempre me ha llamado la atención una estrategia considerada clave para la ralentización del envejecimiento: la restricción calórica, supone ingerir entre un 30 y 40% menos de las calorías necesarias para el consumo diario. Esto hace que el proceso digestivo sea más liviano afectando en positivo a la oxidación celular y al desgaste cromosómico asociado a la edad.

Lo que me ha parecido extraordinariamente interesante, ha sido escuchar años después este concepto a un profesor de neurología de Hardvard Medical School, Alvaro Pascual Leone, en un programa reciente de Redes (TVE) dedicado a las técnicas de estimulación no invasiva del cerebro aplicadas para mejorar sus capacidades. En él se hablaba de cómo cuidar del cerebro para vivir más y mejor, y planteaba tres recomendaciones para mantenerlo sano. Una de ellas es la restricción calórica, la considera como “la cantidad de calorías necesarias para mantener el peso al nivel adecuado”, es decir, comer lo justo para mantener el peso óptimo, y no comer al límite para no engordar, que es lo habitual.

La segunda y tercera recomendación tenían que ver con el ejercicio físico y el ejercicio cognitivo.

Comparto todo esto por que me parecen argumentos motivacionales innovadores que pueden contribuir a reforzar el espíritu de trabajo con uno mismo a largo plazo, en busca de unos hábitos nutricionales eficaces….y con razones, puestas al día.

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