Cómo afecta tu alimentación en tu rendimiento laboral

Imagina que quieres hacer un viaje de 400 kilómetros y solo llevas gasolina para recorrer 150. ¿Qué ocurriría?

Pues que te quedas a medio camino, ¿verdad?

Lo mismo sucede cuando no te nutres de forma adecuada y quieres rendir al máximo toda la jornada.

¿Por qué crees que pasa esto? ¿Tu coche no funciona? ¿Tu cuerpo ya tiene muchos achaques?

No. Lo que sucede es que ninguno de los dos contáis con la energía necesaria para completar vuestro trabajo.

Y es que, al igual que el coche necesita gasolina para andar, tú necesitas carburante para mantener tu cerebro y cuerpo energizado y a pleno rendimiento todo el día.

Porque lo que comes y bebes determina la energía que tienes.

¿Quieres saber cómo afecta la alimentación en el rendimiento laboral y qué debes hacer para que nutrirte te haga sentir repleto de energía?

Igual te sientes familiarizado con  lo que le pasa a Juan.

Un caso común, ¿te suena?

Juan ha vuelto a tener uno de esos días complicados.

Casi se levanta tarde después de una noche durmiendo a ratos. Se siente morir cuando suena el despertador, levantándose ya cansado antes de empezar a trabajar.

Sale de casa sin apenas probar bocado por una reunión a primera hora y para evitar el tremendo atasco.

Cuando se quiere dar cuenta es media mañana, demasiado tarde para desayunar. Aguanta hasta la hora de comer a base de cafés para disipar la bruma mental y el hambre, con el consiguiente malestar de estómago.

Come algo rápido pues pronto tiene una videoconf.. y un refresco de cola para volver a sentirse activado.

A pesar de eso, su foco mental es pobre y además se siente mal porque piensa que con el tiempo está perdiendo capacidad.

Al rato va a la máquina porque tiene algo de hambre y sigue sin poderse concentrar para sacar adelante todo en lo que tiene que trabajar. Toma otro café y unas galletas para poder aguantar hasta llegar a casa y cenar.

«Ya comeré después bien» piensa. Y es lo que hace y en exceso, nada más llegar. Le pasa siempre que come mal durante el día.

No le hace nada bien porque se siente pesado para descansar y culpable por «pecar» (haber comido tanto).

Para Juan este ha sido un día de tantos en los que desde luego comer bien, no es la prioridad. Comer con orden y lo suficiente para rendir bien no es a considerar.

Además, si le hablas de nutrición le suena a dieta, restricción, privación. A  perder peso (que falta le hace), bajar el colesterol (tambien) y la hipertensión (está rondando).

Esto de por si le genera rechazo, a sabiendas de que es algo que debe controlar.

¿Te resulta familiar el día de Juan? ¿Intuyes ya cómo afecta la alimentación en el rendimiento laboral?

¿Has considerado que la forma en que te alimentas es una estrategia para energizarte y rendir más y mejor?

Cómo influye lo que comes y bebes en tu energía y rendimiento

La nutrición afecta al rendimiento mental y físico. Eso está 100% demostrado.

Tu cerebro es el mayor consumidor de energía y debes aprovisionarlo de sus nutrientes principales: oxígeno, glucosa y agua.

Si no te oxigenas bien piensas mal y enfocas peor, si no lo hidratas regularmente te concentras mal, y si no le aportas comida lo tendrás en bajo rendimiento costándote mucho más trabajar.

El cuerpo, a su vez tiene sus demandas: orgánicas para que funcione bien y de potencia para energizarte.

Además debes realizar los aportes cada cierto tiempo (comer varias comidas al día) pues si dejas de hacerlo, de nuevo el cerebro baja el rendimiento haciéndote sentir bajo de capacidad o te pide ingerir bebidas (estimulantes) y comidas (dulces o saladas) para compensar.

Tanto tu cuerpo como tu cerebro necesitan energía para estar funcionando todo el día y ayudarte a que puedas hacer frente a todas las tareas que tienes en la agenda. ¿Lógico, no?

Si aún no te tomas en serio la comida y no la consideras como una estrategia para energizarte y rendir, reflexiona sobre esto.

Lo que comes y bebes determinan tu energía. Para que tu cerebro y cuerpo funcionen necesitan energía. Esa energía la produces según lo que comas y bebas en el día.

Entonces, ¿por qué no empiezas a prestar más atención a tus comidas? No solo ganas en rendimiento y energía sino que encima cuidas del peso y la salud.

Las 7 claves mentales para que nutrirte te haga sentir energizado

Espero haberte convencido de que es crucial comer y beber con estrategia para mantener alto tu rendimiento y además, evitar el desgaste

Pero antes de llevarla a cabo hay un paso previo que debes considerar, diseñar una nueva mentalidad que te ayude a pensar diferente acerca de las comidas. 

Y sé que estás 7 claves mentales te ayudarán a ello.

¿Listo para conocerlas? ¡Vamos allá!

1.Sé siempre consciente de lo que comes, cómo, cuándo y por qué lo comes y de las cantidades que ingieres. Cuando consigas automatizar esta reflexión, raramente harás malas elecciones de ingesta

2. Equilibra las comidas y tentempiés con hidratos de carbono, proteínas y grasas en base a tu complexión física.

3. Sacia la necesidad de proteína diaria de tu cuerpo. 1 gramo por cada kg de peso si no te mueves (día sedentario), 1,5 gramos por cada kg si haces ejercicio 2-3 veces por semana, o 2 gramos de proteína si entrenas a diario.

4. Hidrátate a lo largo del día, porque un cerebro deshidratado no rinde. Se recomienda tomar unos 8 vasos de agua diarios.

5. No te saltes ninguna comida. Cuando lo haces la energía de tu cerebro baja y luego no es fácil recuperarla por mucho que comas.

6. Sigue una frecuencia de ingesta de 4 horas tras cada comida principal y unas 2 horas tras un tentempié. Es decir, si desayunas a las 8:00, deberías tomar el snack a las 12:00, a las 14:00 deberías almorzar, a las 18:00 tomar de nuevo el snack y cenar sobre las 20:00 o como máximo las 21:00.

7. Combina estrategia y placer. Mantén esta estrategia nutricional del domingo al mediodía hasta el vienes para mantenerte energizado. Y disfruta el fin de semana.

Por qué deberías convertirte en un estratega de tu ingesta para potenciar tu rendimiento

La última comida que hayas hecho va a determinar el rendimiento de tus próximas horas.

Por ello, si te conviertes en un estratega de tu ingesta, sabrás elegir qué comer para mejorar tu energía, resiliencia, capacidad, foco y claridad.

Así que, ¿qué me dices? ¿Te apetece probar?

Respóndeme en la sección de comentarios.

Así que si te ocurre de nuevo lo mismo que a Juan te diría que debes empezar a controlar tu alimentación cuanto antes.

Un abrazo energizado!

Susana

P.D.1: Considera la comida como una herramienta para producir energía mental y física que te ayuda a rendir. Si consigues eso, estarás cada vez más cerca del éxito.

P.D.2: Lograrás terminar el día de lo más energizado y, lo más importante, sintiéndote fabuloso.

¡Tienes mucho que ganar y nada que perder!

 

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