Control del Envejecimiento para Vivir más y mejor

Uno de los remedios más utilizados para frenar el envejecimiento es comer menos. Los sabios han sabido esto durante siglos, lo único que ha cambiando en los tiempos modernos, es que la ciencia ha estudiado, analizado y resumido su funcionamiento.

Cuando comemos menos, obtenemos una serie de beneficios:

– La temperatura corporal disminuye

– La presión sanguínea baja

– Los niveles de colesterol disminuyen

– Las células se dividen a un ritmo inferior

– Los niveles de glicosilacion se reducen

– La actividad de los radicales libres disminuye

– La inflamación baja

Cuanta menos comida ingerimos, menos tiene que trabajar el sistema metabólico. Esencialmente, ocurre una especie de hibernación: «viviendo menos» añadimos años a la vida.

La restricción calórica (RC) tiene una validación científica impresionante, de mas de 80 años. Ahora, tenemos evidencia en más de 60 especies de animales – incluidos los seres humanos y otros primates – de que la disminución de calorías, frena el envejecimiento por una serie de mecanismos simultáneos.

La RC frena el envejecimiento a causa de cambios hormonales en nuestra circulación sanguínea: Ahora sabemos que existe una senda genética activada por la RC que nos protege de los daños causados por el envejecimiento. Y todavía más fascinante, la RC frena el acortamiento de los telómeros, que podríamos decir son el control genético principal de nuestro reloj biológico.

Por ejemplo, en múltiples estudios de laboratorio llevados a cabo con ratas en una dieta con RC, comparadas con ratas en una dieta normal, se ha descubierto que las primeras viven un 60% mas, y con un comportamiento equivalente al de ratas de edad mucho mas joven. En términos humanos, esto significa añadirnos un extra de… ¡50 años!

La RC tambien disminuye los riesgos de muchas enfermedades ligadas al envejecimiento como por ejemplo: el cáncer, enfermedades coronarias, diabetes, osteoporosis y Alzheimer.

Existe en la RC, como no, la otra cara de la moneda: si la seguimos de manera continuada y estricta, ¡tendremos siempre hambre!, si no se sabe cómo repartir estratégicamente los nutrientes para desactivarla. Además, la RC, necesita de bastante tiempo para aportar sus beneficios.

Es importante saber cómo repartir las comidas y en qué proporción de alimentos para que ofrezcan las ventajas de la RC sin pasar malos ratos hambrunos… Es un reto, y no es para todo el mundo pues requiere de disciplina pero como todo, en cuanto se automatizan los comportamientos se convierte en un estilo de vida.

Otra opción intermedia, si uno cree que va a «auto-sentenciarse a una vida de hambre», es probar con  un breve ayuno.

Los ayunos cortos y periódicos, son un modo seguro y fiable para frenar el proceso de envejecimiento y prevenir enfermedades. Existen estudios que demuestra que ratones alimentados con una dieta regular y que ayunan una vez a la semana, viven más que los que no lo hacen.

Cuando ayunamos, quemamos grasa para obtener la energía que necesitamos. No solo perdemos el peso en exceso, sino que eliminamos además las toxinas almacenadas en el exceso de grasa. Un estudio reciente (1 Teng, N.I., Shahar, S., Manaf, Z.A., et al, “Efficacy of fasting calorie restriction on quality of life among aging men,” Physiol Behav. Oct. 24, 2011;104 (5):1059-64) muestra como el ayuno también reduce la depresión y mejora la calidad de vida.

El ayuno además, ayuda nuestro organismo a producir la hormona del crecimiento y otras hormonas benéficas para el anti-envejecimiento. Lo cual, nos ayuda a hacer un mejor uso de las proteínas para reparar células, tejidos y órganos.

Algunos simples consejos para iniciarse:

– Empezar con un simple ayuno de 24 horas tomando solo agua. No comer nada, simplemente beber suficiente agua pura durante un día entero.

– Al día siguiente cuando se retome la ingesta de sólidos, no comer mucho inmediatamente. Empezar poco a poco. Pequeñas cantidades de verduras frescas son la mejor elección. Tambien podeis empezar con una fruta de bajo índice glicémico como por ejemplo un pomelo.

– Podeis repetir el ayuno de un día cada dos semanas.

– Podeis trabajar y hacer ejercicio moderado durante el ayuno.

– Si se sufre de diabetes o alguna enfermedad del riñón o del hígado, consultar con vuestro medico si es apropiado realizar el ayuno.

Como siempre, estaré encantada de que sigáis y os beneficien mis sugerencias ZAR.

Así que, ¡animaos!