Aunque se lee y se oye constantemente sobre los beneficios del ejercicio incluso para el cerebro, me ha parecido muy interesante volver al tema desde la perspectiva mental y anímica.
Por ejemplo para la depresión, investigadores confirman que es un tratamiento alternativo y muy efectivo para los grados de leve a moderada, pues mejora el humor, energiza y equilibra la química cerebral. En casos severos se posiciona como tratamiento complementario de elección.
El ejercicio cambia la percepción de uno mismo, tiene efectos cognitivos positivos y reduce el pensamiento negativo. Realizado de manera regular frena la tendencia a la depresión o ansiedad. Si se practica de manera regular el cerebro segrega serotonina (sustancia química) que hace sentir bien y mejora el estado mental. La serotonina actúa como un neurotransmisor que ayuda a transmitir señales de un lado a otro del cerebro. Funciones como el humor, la memoria, sueño, aprendizaje, apetito se ven afectadas por un desequilibrio en los niveles de serotonina, influyendo por ejemplo en el humor, pudiendo dar lugar a la depresión.
En estos meses estivales, además de aprovechar la amplia gama de alimentos frescos para una dieta saludable, exponernos un poquito a la luz del sol, hacer ejercicio de manera regular hará que incrementemos los niveles de serotonina y el humor mejore enormemente. Y podemos hacer que esa salud mental perdure a pesar de los meses otoñales. Para ello:
– ¿Cuánto ejercicio? Se ha demostrado que tan solo unos 40 minutos de actividad, se obtiene un efecto inmediato en el humor.
– ¿Qué tipo? Cualquier tipo de actividad aeróbica (aumentando la frecuencia cardiaca) tiene efectos “antidepresivos”: correr, nadar, bici, …
– ¿Cómo incorporarlo a la rutina diaria? Si realizarlo diariamente parece imposible, si uno se siente a menudo ansioso o sobrecargado, bajo estrés, seguro que encontrar el tiempo parecerá una misión imposible. Es muy importante no marcarse una alta exigencia sino ir progresivamente incorporando la práctica hasta que se convierta en un hábito. Es ideal empezar por una actividad atractiva, divertida o que suponga un reto, pero realizable.
A medida que se progresa en el estado de forma, aumentará la autoestima, el sueño será muy reparador, el cuerpo descansará mejor y el humor se mantendrá positivo de manera estable. De modo que ¿quién dijo que a partir de cuando termina el verano vienen los bajones de ánimo?