Diferencias entre estrés y ansiedad

Diferencia entre estrés y ansiedad

¿Distingues entre estrés y ansiedad?

Entender la diferencia te ayudará a resolverlos mejor.

A pesar de que todos hemos dicho en algún momento que sufrimos estrés o que tenemos ansiedad, estas emociones son difíciles de definir y son la fuente de sufrimiento de muchísimas personas.

La ansiedad genera un caos en la vida de quien la sufre, rompe relaciones y puede llevarnos a una vida infeliz. Y, aunque es la más común de los trastornos mentales, porque la vida no ha sido nunca tan compleja y llena de estresores como ahora, es importante que la aprendas a distinguir del estrés.

Existe una delgada línea entre el estrés y la ansiedad.

Ambas son respuestas emocionales, pero mientras que el estrés que se activa cuando debemos enfrentarnos a una demanda del medio y no tenemos recursos energéticos a disposición, y para ello nos ayudan las hormonas del estrés, para enfrentarnos y gestionarlas, la ansiedad se da cuando se siente un miedo no justificado, un miedo que solo está en nuestro cerebro.

El estrés se desencadena cuando la situación se interpreta como amenazante porque es nueva, o hay incertidumbre, o sensación de no control. Generalmente se debe a estímulos externos.

Por ejemplo, lo que estamos viviendo con la pandemia, que es nueva, repleta de incertidumbre y no tenemos control. Y dispara exponencialmente el estrés. Sin embargo, pese a lo estresante que es nuestro panorama actual, la gran mayoría de la gente que sufre de estrés crónico o de síntomas persistentes de ansiedad no buscan ayuda. Y esto es grave porque la ansiedad no solo causa problemas emocionales sino que puede llevar al suicidio y tiene un coste económico y social inmenso. Y el estrés puede llevarte a enfermar.

Si estás al frente de un negocio reconocerás rápidamente desencadenantes de estrés como la impredecibilidad, no saber lo que va a pasar, plazos límite, sobrecarga de trabajo, dificultades económicas, etc

La ansiedad es un miedo excesivo y persistente, que aparece cuando se teme por algo que no es real.
Si la ansiedad persiste puede derivar en un trastorno, afecta negativamente el estado de ánimo y el funcionamiento diario.

Un ejemplo de trastorno de ansiedad es la agorafobia, miedo a los espacios públicos o abiertos, o las fobias a animales, o la ansiedad generalizada, o el ataque de pánico…

Todos responden a miedos en la mente pero no en la realidad.

Tanto la ansiedad como el estrés dan lugar a un conjunto de síntomas mentales y físicos parecidos irritabilidad, enojo, fatiga, dolor muscular, problemas digestivos y dificultad para dormir. Pero las causas son diferentes.

En ambos casos, el gran problema aparece cuando la ansiedad o el estrés perduran en el tiempo.

Por eso hay que identificarlos rápido para evitar su negativo impacto.

Un poquito de estrés o ansiedad no está mal, más de eso sobra.

Así que te animo a reconocerlos para mantenerlos a raya

Te deseo un fabuloso día libre de estrés .

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