¿Vives en una prisa constante? ¿eres cada vez más impaciente? ¿terminas las frases de otros a menudo? ¿te motiva hacer ejercicio para competir? ¿comes super rápido? …
Cuando aprendí sobre la personalidad tipo A y su relación con el estrés fue impactante, porque no podía imaginar que ciertas formas de comportamiento representaban a muchos de los perfiles profesionales, y que obedecían a una categoría, y además de riesgo para la salud.
Lo que no deja de sorprenderme aún hoy, es que muchos ejecutivos no lo saben.
Si eres de los que aún no has oído hablar de ello, he pensado que quizá te interese conocerlo, y pueda servirte para sensibilizarte y crear conciencia para iniciar tu cambio, si es que hay algo en tí de este estilo de personalidad.
Qué es la personalidad Tipo A
El orígen
En 1957, dos cardiólogos Roseman y Friedman, Mont Sinai S.Francisco, describieron un estilo de comportamiento que llamaron Patrón de Conducta Tipo A, que constituía un factor de riesgo de cardiopatía, que opera al margen de otros como la hipertensión arterial, tabaco, obesidad, y que supone 2,5 veces más probabilidades de angina de pecho o infarto.
Porqué supone un riesgo para la salud
Son personalidades que mantienen activada la respuesta de estrés, no la desactivan apenas. Se encuentran mucho más a menudo que otros en estado de vigilancia, alerta.
Esto da lugar a una sobrecarga energética por activación de hormonas adrenérgicas provocando mayor presión arterial, una serie de respuestas cardiovasculares y neuroendocrinas que al no desactivarse nunca, contribuyen al desarrollo de la enfermedad porque debilita el funcionamiento cardíaco.
El problema es que casi ningún tipo A es consciente de nada de esto, por eso he pensado en resumirte a modo esquema sus peculiaridades:
¿Quien es un tipo A?
- Persona enérgica, habla en voz alta y todo lo hace rápido
- Tenso e impaciente
- Se cansa de oír al contrario y termina sus frases
- Su vida gira en torno al trabajo, al logro y al éxito
- Competitivo y ambicioso. Gran temor al fracaso. El éxito se convierte en una cuestión vital.
- Necesita estar siempre ocupado, fácilmente realizando un par de tareas a la vez.
- Le cuesta mantener la atención en algo que no es importante pues siente que pierde el tiempo
- Da la impresión de no tener nunca lo suficiente
- Gran necesidad de control en su ambiente por lo que son muy tenaces
- Se mide a través de sus logros
- Tiene problemas para reconocer y mostrar sentimientos
- No tiene en cuenta las opiniones de los demás
- Oculta sus propias deficiencias descalificando a otras personas
- Cualquier muestra de debilidad suele ser fatal
- No suele delegar por que no confía en el buen hacer de los demás
- Propenso a la ira y la hostilidad
- Agresivo, incluso con estallidos emocionales
- Mucho afán de protagonismo
Quizá te puede servir como reflexión para valorar cuánto te acercas o no a este tipo de perfil y, ¿por qué no? para hacer algún cambio.
Lo más importante en cualquier proceso de cambio es tomar conciencia de cómo se está y qué se quiere cambiar. Puede que te sirva para ello.
Sugerencia Plan de Acción
Si en un porcentaje alto te identificas con el tipo A, te propongo seleccionar un par de actitudes y planificar cambiarlas en el próximo mes.
Seguro que hará que te sientas mejor y sobre todo relajado y en control, la clave de la gestión del estrés.
Paradójicamente ejercerá efecto dominó sobre algunas otras, logrando un resultado superior. Y si te apetece, cuéntame qué tal te ha ido (sc@susanacanton.com).