Hábitos Saludables y Dopamina

Hace unos días, poco antes de fin de año, recibí a un cliente en la consulta para su última sesión de psiconutricion y transformación del estrés. Tras unos meses de trabajo en su plan, y tras haber conseguido superar algún momento de desaliento y dificultad como me decía Santiago (nombre ficticio), los objetivos que nos habíamos marcado al inicio del programa (tres meses atrás) para alcanzar su Peso Ideal y gestionar su Estrés Laboral, se habían conseguido. Celebramos los logros conseguidos, y delineamos el plan para mantenerlos.

Pero se preguntaba Santiago ¿y ahora qué? Se cierra un ciclo, se termina un año, y quiero marcarme nuevos retos…
La sesión nos llevó a profundizar en una serie de reflexiones sobre la adquisición y mantenimiento de hábitos saludables para vivir mejor y más, y no sentir la privación de los “placeres de la vida” que estos hábitos parecen que suponen…

Santiago, comparaba en modo casi dicotómico ambos aspectos:

“¿Cómo es posible cuidarse y no dejar de gratificarse?”

Y añadía además bromeando:

“¿Quién sabe porqué, todo lo bueno en la vida o es muy caro o te hace daño a la salud, o es ilegal…!”?

Todo esto nos llevó a profundizar en el rol de ciertos neurotransmisores cerebrales y su efecto en las sensaciones, estados, muchas veces muy agradables. Hablamos en particular de la Dopamina y su relación con los comportamientos adictivos. Quizás la adicción mas conocida y devastadora de los últimos decenios en el cerebro humano, sea el consumo de cocaína, pero no olvidemos el impacto eufórico causado también por el alcohol, la nicotina, o incluso la ludopatía. En esta ultima adicción por ejemplo, es sabida la descarga euforizante de dopamina que el jugador experimenta, cada vez que se da la vuelta a la carta del blackjack.

Como en todas la adicciones, esa descarga euforizante de dopamina, con la inmensa sensación de placer que proporciona, es lo que busca repetidamente a continuación esa persona. Desafortunadamente, sin conseguir ya nunca alcanzar el mismo efecto de la primera (y única) vez, lo cual, si no tiene la capacidad de controlarse, amplificará su adicción o dependencia.

Cualquier adicción, es la búsqueda incontrolada de “aquel placer de la primera vez» que ya nunca se repetirá. Por varias razones: cada momento en la vida es único, a sí mismo, irrepetible, y porque además, desde el punto de vista químico, el cerebro necesitará una dosis cada vez mayor de esa sustancia (o en el caso del juego de la subida de la apuesta y riesgo), para tratar de reproducir aquella descarga euforizante de dopamina de esa primera vez.

Por lo tanto, le confirmé a Santiago que su percepción era correcta:

!Todas las adicciones son malas para la salud, o muy caras, o incluso ilegales!

¿Que hacer?

En mi consulta utilizo a menudo un termino que acuñé hace años mientras estudiaba en EE.UU: “Natural High”, que quizás se podría traducir como conseguir un “sentimiento placentero natural”. O sea, el gran reto no solo para las personas adictas a cualquier sustancia o comportamiento destructivo, sino también para muchos de nosotros en el mundo incierto y complejo en el que nos desenvolvemos.

Y aquí llegó la explicación que buscaba Santiago: Los Hábitos Saludables en la Vida y en la Empresa que proponemos y ayudamos a desarrollar a nuestros clientes, van en la dirección de diseñar una amplia serie de actividades y comportamientos, que producen esa descarga de dopamina tan deseada por todos, a través de la concatenación de muchos momentos placenteros, de los que debemos ser conscientes para disfrutarlos plenamente. Como para cualquier habilidad, es cuestión de entrenamiento y persistencia.

Se trata de un entrenamiento cognitivo-conductual, que nos predispone a la búsqueda consciente y constante de esos hábitos saludables que nos permiten alcanzar y potenciar el natural high (sentimiento placentero natural), sin dependencias de lo nocivo para la salud, de lo potencialmente ruinoso económicamente, o incluso de lo prohibido por la ley.

Pero (como acordamos concluyendo la sesión con Santiago), esto no quiere decir que uno deba privarse totalmente de los “placeres de la vida”. De ninguna manera, se trata de moderación, de estar siempre en control, y de encontrar el adecuado equilibrio que nos permita disfrutar de la vida, la familia, los amigos o compañeros de trabajo, y además, invertir fuerte en nuestra salud y longevidad.

Así que, el reto para Santiago en 2016, quedamos en que será la adquisición de hábitos saludables placenteros, que le permitirán alcanzar y mantener su Natural High personal.

!Feliz Año Saludable y de “natural highs” para todos!