Ahora que empiezan a remitir los calores es frecuente tener menos apetencia de líquidos, sobre todo de agua, lo cual se agudiza con la llegada del frío. Es por esto que deberíamos aprender a automatizar hábitos de hidratación (tan necesaria para las funciones vitales del cuerpo), y mantener el aporte de líquido requerido en cualquier estación del año.
Algunos truquitos que os sugiero para conseguirlo:
- Si se está muy ocupado con el trabajo o yendo de un lado para otro a lo largo de la jornada, no será fácil estar pendiente de beber agua. Es por ello que tenerla “a mano” facilita el hábito de hidratarse: en la mesa de trabajo tener una botellita o jarra a la vista para recordarnos que debemos beber y que sea recargable mañana y tarde. Si se está fuera, una botellita en el coche, bolso o maletín, nos posibilita tomar nuestras dosis en su momento.
- Si resulta aburrido el sabor, echar algún trozo de fruta natural y dejarlo unas horas en la nevera. Resultará más agradable si su sabor se parece a la fruta preferida.
- Las comidas picantes además de aumentar el metabolismo (mayor sensación de energía) pueden provocar mayor consumo de agua.
- Recurrir a infusiones (no excitantes) para combinar agua con otros sabores, puede servir también de ayuda.
- Si cuesta recordar cuando beber y cuánto, es muy útil hasta automatizar el hábito descargar un App en el Smartphone de los muchos que hay, para facilitar el seguimiento.
- Y si estás en un bar, alternar una copa con un vaso de agua, además de acostarse con otro vasito de agua, ayudará a evitar el efecto deshidratador del alcohol.
Son pequeñas rutinas que pueden servir para mantenerse hidratado, y de paso fresco y ágil de mente. Seguro que se llega a mejor estado el próximo verano!.