Salud y Rendimiento en el Trabajo

La semana pasada mantuve una reunión con uno de nuestros clientes en sus oficinas, para repasar los resultados conseguidos con un proyecto que hemos llevado a cabo de Salud y Rendimiento en el Trabajo.

Mientras nos encaminábamos hacia la sala de juntas, me sorprendió positivamente la energía y el dinamismo que se percibía por los pasillos. Además, de las sonrisas de las personas con las que nos cruzábamos. Contenta, se lo comenté a la persona con la que me reunía y me confirmó que habían hecho algunos pequeños ajustes (pero subrayó: “aplicados de manera consistente”) en cómo trabajaban, habían conseguido una mejora general en la manera de relacionarse. Le pedí que me comentara los cambios y como habían conseguido llevarlos a cabo.

Antes de entrar en la sala de juntas, me hizo notar un cartel grande en la puerta de entrada que decía: ESTAS PREPARADO/A?

Me explicó que a raíz del proyecto realizado con nosotros, se habían dado cuenta de que su cultura de las reuniones era muy improductiva, incluso nefasta dijo, pues casi todos acudían sin prepararse y para aportar poco valor. Para mejorar esta situación se definieron tres áreas de preparación de las reuniones:

1) Técnica o Táctica: o sea, la parte relativa a conocer los números, toda la información necesaria, y aportar alguna idea o soluciones únicas.

2) Mental: la parte relativa a definir intenciones claras para la reunión y prepararse para el propio desempeño. Por ejemplo, cómo responder cuando las cosas no van en la dirección que yo desearía, construirse un diseño mental claro de como implicarse, colaborar, escuchar y encontrarse en el estado emocional apropiado durante toda la reunión.

3) Física: esta es la parte en la que se desarrolla agilidad mental, alerta y el vigor necesario. Por ejemplo, nutriendo el cerebro adecuadamente, adoptando la postura física que evite molestias físicas y cansancio, y naturalmente, aportando energía al entorno y a los demás.

Me siguió comentando esta persona: «A todos se les requiere la preparación adecuada en las tres áreas. Las expectativas están claras y todos saben que son responsables y se esfuerzan por cumplirlas. El nivel de responsabilidad ha ido en aumento, y se ha alcanzado un estándar excelente. Todos saben que no pueden fallar al resto del equipo.»

La reunión continuó hablando de otros detalles del proyecto como la aplicación de los Power Naps (momentos de recuperación estratégica) en las zonas tranquilas de las oficinas creadas con este objetivo, o el impacto de la PsicoNutrición en el comité de dirección.

Pero volviendo a los beneficios de la iniciativa ESTAS PREPARADO/A?, me comentaba la gran diferencia entre las «antiguas reuniones» y lo que habían conseguido ahora. Decía: «en el pasado, algunas personas estaban evidentemente medio dormidas durante las reuniones, aun cuando tu pensabas que estaban totalmente presentes pues después te dabas cuenta de que tenías que volver a repetir varias veces cosas que dabas por concluidas… o peor, cerrabas la reunión convencido que todos sabían las líneas de actuación, y descubrías días después que habían hecho cosas no en línea a las decididas…»

«Ahora los equipos están mucho mas implicados y presentes. Naturalmente, esto aporta mejores ideas, decisiones operativas y soluciones más innovadoras que nos acercan a mejores resultados. Pero sobre todo, en el día a día hemos notado que se ha creado una percepción positiva sobre reuniones productivas, que son mas breves, e incluso en algunas áreas se han reducido en número«.

Salí encantada de la reunión, como podéis imaginar. Mientras me encaminaba al parking pensaba que lo importante son iniciativas simples, pero llevadas a cabo con rigor y disciplina, para conseguir un alto impacto y rendimiento.

Así que, permitidme dejaos con la pregunta: ESTAS PREPARADO/A?