
Disfrutar de tu peso ideal y saludable está muy determinado por cómo piensas acerca de la comida o cómo te sientes.
El cuánto y cómo comes depende de tus formas de pensar. Y muchas de ellas te impiden llevar a cabo un correcto plan nutricional. Quizá algunas de esas formas de pensar te resulten familiares:
“¿Cómo es posible que llevo toda la vida empezando cada lunes el plan y se me va el buen propósito a los dos o tres días?” “Nunca seré capaz de perder peso”
“Hasta pasada la hora de comer consigo estar tranquilo/a y llevarlo bien, es a partir de media tarde cuando empiezo a sentir las ganas de dulce o de comer más y en algún momento no puedo evitarlo y como”
“He cenado hace media hora y ya tengo hambre, le doy vueltas hasta que acabo yendo a comer algo”
“Es injusto que tenga que estar siempre privado/a para conseguir y mantener mi peso”