Afortunadamente son muchos los especialistas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad que actualmente apuestan por la colaboración multidisciplinar para tratar al paciente. El trabajo en equipo es hoy más necesario que nunca para evitar que esta pandemia continúe creciendo sin límite. Considerada ya la obesidad como una patología, cambiar los hábitos de vida es la clave.
La cifras son cada vez más alarmantes: España a la cabeza de Europa; alrededor del 22% de la población es obesa y del 39% tiene sobrepeso; más del 25% de los niños entre 6 y 9 años tiene sobrepeso y alrededor del 19%, obesidad; el 7% del gasto sanitario corresponde a esta patología.
Los motivos son cada vez más conocidos: la falta de equilibrio entre lo que se consume y se gasta (mucho sedentarismo), gran disponibilidad de alimentos, pocas horas de sueño o de mala calidad, estrés, etc.. todo ello pilares clave de hábitos conductuales mal construidos.
La calidad de vida de estas personas disminuye a medida que aumenta su exceso de peso, mejorarla requiere un abordaje multidisciplinar. Para ello su tratamiento médico debe estar combinado con control nutricional, acondicionamiento físico y apoyo psicológico. Este último se convierte en crucial: modificar el comportamiento alimentario basado en el desarrollo de esquemas mentales nuevos, fáciles de llevar a cabo y lo más importante, automatizarlos, es el eje central para mantener la reducción del peso a medio y largo plazo.
Las mejores recomendaciones médicas, nutricionales, de ejercicio no son eficaces si no se trabaja en mantener la motivación mediante el seguimiento continuado, hasta que definitivamente se hayan instalado las nuevas conductas en el repertorio habitual del paciente.
En mi amplia experiencia, es curioso comprobar que los casos de mayor éxito se suceden cuando la persona persevera en los nuevos hábitos adquiridos y es receptiva a la supervisión de los mismos a lo largo de los meses, a pesar de que las nuevas conductas ya estén automatizadas y sin pensar por ello que ya se lo sabe todo, como sucede a la mayoría (dispone de esquemas mentales más rentables).
El mero hecho de sentir que se está haciendo bien y que se va en la dirección correcta es un poderoso propulsor motivacional en pos del cambio, obviamente siempre y cuando las nuevas conductas hayan sido eficazmente instauradas.
Ha sido reconfortante encontrar en un especial del periódico Diario Médico (publicación dirigida a los profesionales de la salud) dedicado a Sobrepeso y Obesidad, en el que varios especialistas de renombre destacan la relevancia de que el paciente esté tratado bajo un marco multidisciplinar, subrayando la importancia de la intervención psicológica. Sin duda un gran factor de éxito.